No puede ser más simple. Va todo cocinado al mismo tiempo, en la misma bandeja. Guardad esta receta para cuando no tengáis muchas ganas de cocinar ni de fregar cacharros.

 Calentamos el horno a 180 º.

Mezclamos los pimientos y la cebolla en una bandeja de horno, con la mitad del aceite.

Metemos al horno en la parte superior de este y cocinamos durante 10 minutos.

Mientras tanto introducimos el queso entre la piel de las pechugas y la carne,  procurando extenderlo uniformemente y que la piel no se rompa. Pincelamos las pechugas con el resto del aceite. Sazonamos con sal y pimienta.

Sacamos la bandeja del horno y ponemos las pechugas encima de los pimientos y cebollas y añadimos ahora los tomatitos y las aceitunas.

Dejamos en el horno de 25 a 30 minutos hasta que el pollo esté hecho y dorado. Servimos acompañado de patatas si os gustan.